ESPECIALISTA EN OBSESIONES Y TOC
Si padeces de obsesiones y/o de un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), también denominada neurosis obsesiva, el Psicoanálisis es la terapia que lo cura.
Si te mantienes en el tratamiento, es lo más eficaz. Resuelve el trastorno porque los síntomas tienen un sentido, son una satisfacción sustitutiva. Corresponden a un deseo inconsciente que se muestra como realizado, aunque para la conciencia no tenga sentido.
¿TE OCURRE ESTO A TI?
Rituales, manías, obsesión con la limpieza, pensamientos homosexuales, pensamientos en referencia a la sexualidad, imágenes recurrentes religiosas, blasfemias, insultos a figuras religiosas, pensamientos invasivos de violencia, muerte a personas cercanas (familiares, amigos...), culpa e incluso creencia de haber realizado acciones cometidas por otras personas (asesinatos, falsificaciones, abusos sexuales...), temor a realizar atrocidades, temor exagerado a pisar insectos, temor a contraer enfermedades, obsesiones con que son mirados observados por los otros, rituales a la hora de vestirse, lavarse las manos reiteradamente, el cuerpo, la ropa, los cubiertos, colocar los objetos en una posición determinada, con intensa escrupulosidad, comprobar reiteradamente que se han apagado las luces, el gas, la puerta de la entrada si se ha cerrado, contar baldosas de manera insistente, no poder caminar pisando las líneas del suelo...
En las obsesiones a hay dos elementos:
1. Una idea que se le impone a la persona, que puede ser absurda y que no puede rechazar, no pueden apartárselas de la mente
2. Un estado emotivo asociado que puede ser la angustia, la duda, el remordimiento y la culpa por cosas aparentemente absurdas o la cólera. Una de las diferencias con la fobia es que en la fobia sólo puede aparecer la angustia.
Puede confundirse con la fobia social, porque la persona evita el contacto con los demás, se va aislando, porque le conlleva una gran angustia no poder realizar los rituales al estar frente a otros (suelen vivirlo en solitario o sólo lo saben las persona más cercanas). También cuando, por ejemplo, la obsesión es referente a la limpieza, evitan el contacto con otras personas que les puedan “contagiar” o “contaminar”.
Se le denomina también enfermedad de la duda, porque por una parte hay cierta creencia en las obsesiones y por otra parte se rechazan. Se instala la duda constante. Puede haber rituales o compulsiones que aparecen en un principio para defenderse de los pensamientos, como protección, y que terminan convirtiéndose también en un continuo para evitar la angustia. Los pensamientos interrumpen las acciones, y ya no saben si las realizaron o no, volviendo a empezar. Se le compara con una religión en solitario, por el hecho de la lucha que acontece entre las tentaciones y las coerciones morales y por los rituales, semejantes a los que se realizan en la religión, con castigos y penitencias.